Es una isla muy particular por su geografía y ubicación, por lo que ha sido escogida en el pasado por los Jesuitas como centro logístico (tiene una iglesia típica), parte de la
ruta de Darwin, y ahora en el presente importantes inversionistas han comprado.
Rodeada de playas de finas arenas llenas de frutillares; con una gran bahía interior que se presta para deportes náuticos y resguardo natural para embarcaciones; bosque nativo por todas partes; terrenos planos con orilla de mar y miradores en altura; laguna de agua dulce rodeada de bosques protegidos de ciprés, que permiten la pesca desde la orilla y en bote; todo esto
a sólo minutos del muelle de Quellón, en fin, razones sobran que destacan a la isla Cailín del resto de las ya lindas islas del archipiélago de Chiloé.